- Reduce el número de aparatos sonoros que funcionan al mismo tiempo e intenta tenerlos siempre a un volumen bajo.
- No uses reproductores de música durante más de una hora al día y mantén el volumen por debajo del 60%.
- Utiliza protección auditiva si trabajas con equipos ruidosos.
- Sé especialmente cuidadoso con tus oídos cuando se presenten catarros, gripes o infecciones, ya que pueden causar pérdida auditiva.
- Usa tapones y sécate los oídos después de cada baño y en la piscina; así evitarás la humedad en el conducto auditivo y posibles problemas.
- No introduzcas objetos en tus oídos, ni siquiera los bastoncillos de algodón, ya que puedes dañar la membrana y el interior, y provocar tapones.
- Si detectas retrasos en el aprendizaje o en el habla en niños, conviene identificar posibles problemas auditivos.
- Visita a tu médico especialista cuando notes molestias en los oídos, evita automedicarte y procura realizar tests auditivos preventivos, sobre todo si tienes antecedentes familiares de enfermedades degenerativas.
Es recomendable pasar una revisión auditiva si tienes 50 años o más, ya que a esta edad se empieza a presentar la pérdida auditiva por vejez.