No todas las pérdidas auditivas son iguales, uno de los rasgos más importantes de la hipoacusia es el nivel de pérdida auditiva, es decir, cuáles son los sonidos que no puede oír la persona afectada. Es uno de los rasgos fundamentales porque influye en cómo se vive con esa hipoacusia, pero también en cómo se debe actuar.
La hipoacusia es un concepto muy general que engloba cualquier tipo de pérdida auditiva. Sin embargo, es importante determinar algunas de las características de esa pérdida auditiva, desde el alcance, si afecta a uno o a los dos oídos, hasta las causas, que determinan el tratamiento que se aplica. Uno de esos elementos fundamentales es el nivel de pérdida auditiva, porque si las consecuencias para la calidad de vida son distintas, también lo son las soluciones que podemos adoptar.
Los grados de pérdida auditiva se establecen sobre la base de una clasificación recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), en la que se pormenorizan los niveles según la pérdida de recepción de sonidos por intervalos de decibelios, a partir de lo que se considera audición normal. En dicha clasificación, el nivel de audición se sitúa entre los 0 y los 20 decibelios; estos 20 decibelios marcan el límite de lo que se considera hipoacusia, aunque ese umbral es ligeramente flexible.