Vértigo: causas, síntomas y remedios

Vértigo y mareos

Todo acerca de la sensación de movimiento o giros relacionados con el oído.

¿Qué son el vértigo y los mareos?

Se conoce como vértigo a la sensación subjetiva de movimiento, de giro del entorno o de uno mismo, o de precipitación al vacío sin que exista realmente. Es una sensación muy molesta que normalmente viene acompañada de náuseas, pérdida del equilibrio (mareo) y sensación de desmayo inminente.

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Diagnóstico

Para detallar un diagnóstico de vértigo,

  1. el primer paso siempre será determinar la naturaleza del problema y su causa. Para ello, el médico otorrinolaringólogo le hará rellenar al paciente un cuestionario, cuyo objetivo es conocer los detalles del cuadro clínico que este padece, los síntomas que acompañaron al mareo, su duración, posibles desencadenantes o qué produjo alivio.
  2. Acto seguido, el especialista procederá a la exploración otorrinolaringológica, analizando oídos, nariz, cavidad oral, nasofaringe y laringe. En ocasiones, puede ser necesario el estudio del nistagmo, un trastorno reflejo que se manifiesta con movimientos rápidos e incontrolados de los ojos (ya sea de lado a lado, de arriba abajo o de manera rotatoria) y se justifica por la conexión que une el cerebro, el sistema vestibular y los núcleos de los movimientos oculares. El médico intentará estimular el nistagmo moviendo bruscamente la cabeza del paciente o introduciendo alternativamente gotas de agua fría y caliente en su canal auditivo.

Un primer test muy sencillo puede ser efectuar una prueba de Romberg. Asimismo, pueden requerirse una tomografía computarizada o una resonancia magnética de la cabeza, que mostrarán, en caso de haberlas, alteraciones óseas o tumores en el nervio facial o del acústico. En caso de que tu médico sospeche de una infección meníngea, te realizará una punción lumbar y, si quiere confirmar una insuficiencia en el riego sanguíneo, pedirá una angiografía.

¿Cómo podemos reconocerlo?

La manifestación clínica más frecuente para detectar que estás sufriendo vértigo es la sensación de que el cuarto en el que estás está girando o que el propio cuerpo está en movimiento.

Sin embargo, también existen otros síntomas de vértigo:

  • Pitidos o zumbidos en los oídos, los llamados acúfenos o tinnitus.
  • Hipoacusia en un oído.
  • Mareos.
  • Pérdida del equilibrio.
  • Visión doble.
  • Parálisis facial.
  • Dificultad para hablar.
  • Dificultad para enfocar con los ojos.
  • Debilidad en las extremidades.

¿Cómo puedo prevenir el vértigo?

¿Quieres saber cómo reducir el riesgo de sufrir vértigos? Algunas recomendaciones para lograrlo serían:

  • Evitar posiciones extremas de la cabeza o movimientos rápidos de esta.
  • Minimizar las circunstancias que pueden desencadenar esta afección, como la ansiedad, el consumo de sustancias que provocan alergia o el estrés.
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¿Tienes sensación de vértigo y mareos?

Tipos de vértigo

El vértigo se relaciona casi siempre con una alteración del sistema vestibular, situado en el interior del oído interno, que coordina el mantenimiento del equilibrio, al igual que de nuestra postura, y puede ser momentáneo o durar horas o incluso días. Este trastorno puede afectar a cualquiera, adultos y menores; aunque en niños se presenta en forma de crisis espontáneas y pasajeras y en ancianos puede evolucionar hacia una inestabilidad crónica.

Periférico

Vértigo periférico

El vértigo periférico es el más frecuente y aparece fruto de una afectación del laberinto (oído interno) y nervio vestibular (encargado de transportar la información sobre el equilibrio desde el oído interno al cerebro). Está asociado a una pérdida auditiva y presión en los oídos.

Central

Vértigo central

El vértigo central, por su parte, se produce debido a la alteración de los mecanismos neurológicos del propio sistema vestibular y puede ir acompañado de visión doble, inestabilidad y dolor de cabeza intenso. Además, puede ser objetivo o subjetivo, dependiendo de si el paciente siente que es él quien gira alrededor de las cosas o si percibe que es su entorno lo que parece dar vueltas a su alrededor, respectivamente.

Cervical

Vértigo cervical

El vértigo cervical, como su propio nombre indica, nace fruto de un problema en las cervicales, ya sea una mala posición de las vértebras del cuello u otro tipo de trastorno cervical.

Posicional

Vértigo posicional

El vértigo posicional paroxístico benigno es un trastorno frecuente que ocasiona breves episodios de vértigo, en respuesta a los cambios de posición de la cabeza que estimulan el canal semicircular posterior del oído interno.

¿Cuáles son las causas del vértigo?

Una de las causas más comunes del vértigo son las alteraciones en la conexión nerviosa del oído al cerebro o en el propio cerebro, pero existen muchas más, tales como:

1. Mareos

Suelen ocurrir fundamentalmente en personas con el oído interno especialmente sensible a movimientos súbitos, como los vaivenes.

2. Infecciones virales

Infecciones virales o bacterianas que afecten al oído interno.

3. La enfermedad de Ménière

Un trastorno de causa desconocida que produce crisis de vértigo repentinas y episódicas y suele ir acompañada de acúfenos o tinnitus (zumbidos en los oídos), hipoacusia o pérdida auditiva y náuseas.

4. Regulación de la presión arterial

Suelen sufrirla especialmente las personas mayores que toman fármacos para controlar la hipertensión u otra enfermedad cardiaca y pueden desmayarse cuando se ponen de pie bruscamente debido, precisamente, a una bajada de la presión arterial (hipotensión ortostática).

5. Trastornos neurológicos

Como la esclerosis múltiple, fracturas de cráneo, tumores (especialmente los que se desarrollan en la base del cerebro o cerca de este) o ictus.
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La sensación subjetiva de movimiento

El tratamiento del vértigo depende de aquello que lo causa, por lo que no será el mismo en todos los casos. Existen varios fármacos, que se indican siempre según las características del paciente, como los diuréticos, para reducir la cantidad de agua existente en el oído interno y con ello la sensación de vértigo; la betahistina, que reduce la excitabilidad de las neuronas vestibulares; u otros como los antagonistas del calcio y los protectores celulares. Es muy habitual que todos estos medicamentos produzcan somnolencia, especialmente en personas de la tercera edad, por lo que estas prescripciones deberán acompañarse de una dieta baja en sal, una combinación que resulta eficaz en el 70 % de los casos.

Si esta primera opción no resulta eficaz, se puede realizar un tratamiento con gentamicina intratimpánica, un antibiótico que se inyecta a través del tímpano, pasa al oído medio y actúa en las células del equilibrio. Y, si así tampoco se soluciona el problema, la única vía posible es pasar por el quirófano para someterse a una neuroctomía vestibular, mediante la cual se corta el nervio del equilibrio manteniendo la audición del paciente, o una laberintectomía, que supone la eliminación de todos los receptores sensoriales del equilibrio, con la consecuente pérdida auditiva.

A nivel particular, cabe contemplar un tipo concreto, el vértigo paroxístico benigno postural, un trastorno desencadenado al realizar movimientos bruscos y cuyo origen está en el depósito de restos de tipo calcáreo en uno de los conductos semicirculares del oído interno. En este caso, para tratarlo hay que extraer dicho material de una zona donde no debería estar o los otorrinolaringólogos pueden efectuar en los pacientes maniobras de liberación.

Aparatos auditivos para vértigo y mareos

Además de mejorar el oído, un aparato auditivo puede hacer mucho más. Dado que a menudo la pérdida auditiva se asocia también a un empeoramiento del equilibrio, se ha demostrado que estos aparatos mejoran el equilibrio, reduciendo el vértigo y protegen ante el riesgo de caídas.

Los aparatos auditivos permiten mejorar la capacidad de orientación y detectar el origen de los sonidos, y, en consecuencia, percibir el espacio que nos rodea, evitando vértigos u otros tipos de mareo.

Enfermedades asociadas al vértigo

Neuritis vestibular

La neuritis vestibular es una enfermedad en la que el oído interno o el nervio vestibulococlear (octavo par craneal) se inflaman como resultado de una infección. El nervio vestibulococlear conecta el oído interno con el cerebro. La neuritis, o inflamación de los nervios, lesiona las ramas vestibulares del nervio craneal y provoca mareos. La laberintitis (inflamación del laberinto) ocurre cuando la infección afecta a ambas ramas del nervio. En este caso, se producen mareos, así como un cambio en la audición.

Enfermedad de Ménière

La enfermedad de Ménière es una enfermedad vestibular que en la mayoría de los casos solo aparece en un lado. Se desconocen las causas exactas de esta enfermedad, sin embargo, se supone que los ataques de vértigo y la pérdida auditiva resultante se desencadenan por un aumento de la presión del líquido en la cóclea del oído interno; médicamente se le denomina hidropesía endolinfática. Los cuatro síntomas típicos son mareos, tinnitus, sensación de tapón o presión en los oídos y audición fluctuante.

Neuroma acústico

El neuroma acústico (schwannoma vestibular) es un tumor benigno y poco común de los nervios auditivos y de equilibrio. Puede causar síntomas como pérdida auditiva, mareos, zumbidos en los oídos o entumecimiento de la cara, pero también puede no causar ningún síntoma. Los tumores más pequeños a menudo se irradian y los tumores más grandes de más de 2 cm se extirpan quirúrgicamente.

Migrañas vestibulares

Los pacientes con migrañas también sufren mareos o desequilibrio durante un ataque de dolor de cabeza. A menudo, los pacientes no se quejan de dolores de cabeza, por lo que las migrañas vestibulares también se confunden con la enfermedad de Menière. Los síntomas incluyen movimientos oculares espasmódicos, inseguridad para caminar y pararse, y vértigo.
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Vértigo y mareos en varias situaciones

Los mareos pueden surgir en diversas situaciones cotidianas. Muchos de los afectados ya conocen las siguientes situaciones:

Mareos después de levantarse

La gravedad hace que la sangre se acumule en las venas de las piernas y el tronco tan pronto como te pones de pie. Esto reduce la presión arterial y la cantidad de sangre que el corazón bombea al cerebro. El mareo es causado por el bajo suministro de sangre al cerebro.

Mareos después de hacer ejercicio

Una causa común de mareos después del ejercicio físico es la hipoglucemia. El azúcar se consume más rápido durante el ejercicio. Tan pronto como el cuerpo siente la falta de azúcar, reacciona con náuseas u otros síntomas como temblores, dolores de cabeza y mareos. Por eso, no debes dejar de comer antes de hacer ejercicio.

Mareos al acostarse

Los mareos al acostarse, como los mareos en general, pueden ser el resultado de muchas afecciones diferentes. Además de un cambio orgánico que se puede utilizar para justificar los mareos, las enfermedades mentales y el estrés a menudo también juegan un papel importante en el desarrollo de los mareos.

Vértigo y mareos por estrés

Los motivos de los mareos relacionados con el estrés se pueden encontrar en el propio entorno de vida y, a menudo, la persona en cuestión puede indicarlos. Cualquiera que se sienta incómodo en el trabajo corre el riesgo de enfermarse de la psique. Las demandas excesivas pueden tener efectos tan negativos como las demandas insuficientes o las discusiones constantes con colegas o superiores. Pero el entorno laboral también juega un papel importante: estar constantemente en habitaciones oscuras o demasiado iluminadas puede provocar estrés y mareos.

Vértigo fóbico y mareos por ansiedad

El vértigo postural fóbico es un vértigo que suele ocurrir en situaciones estresantes y no va acompañado de síntomas como náuseas y vómitos o síntomas del tronco encefálico.

Vértigo cervical

En alrededor del 40% de los casos, existe un trastorno funcional en la columna cervical que causa el mareo. Por ejemplo, el dolor de cabeza, cuello y hombros, así como la tensión en los músculos debido a una mala postura, una hernia de disco o incluso un traumatismo por accidente pueden ser la causa. Además de la somnolencia aguda, el hormigueo o entumecimiento en las manos y los brazos, y la dificultad para concentrarse, también hay mareos. En la región del cuello, hombros y brazos, los síntomas se manifiestan en forma de dolor agudo o crónico o trastornos del movimiento.

Mareos en personas mayores

Los mareos en las personas mayores pueden surgir como resultado de un problema con los sistemas vestibular, central y visual. Asimismo, el mareo puede ser causado por neuropatía, motivos psicológicos o por causas desconocidas. Sin embargo, se cree que la enfermedad vestibular es la causa más común de mareos relacionados con la edad y es responsable del 50 % de los mareos en los ancianos.

Vértigo y mareos en niños

El vértigo en niños es mucho más frecuente de lo que se pueda pensar: es un trastorno habitual en edad pediátrica. En la mayor parte de los casos se trata de un trastorno pasajero y algunas de las causas más comunes pueden ser:

  • Traumas craneales;
  • Infecciones del oído medio;
  • Infecciones del oído interno como la laberintitis y la neuritis vestibular;
  • Hemicránea;
  • Bajadas de presión.

 

En algunos casos, los mareos en niños se deben al vértigo paroxístico benigno de la infancia, una forma de trastorno del equilibrio sin causa aparente que tiende a desaparecer completamente con el crecimiento.

Sin que importe la causa, la elección de la terapia depende de la forma de vértigo que sufre el niño. En buena parte de los casos, es común recurrir a reposo, cambios en el estilo de vida, tratamiento con antibióticos o antihistamínicos.

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