En esta época del año, los cambios de temperatura y las actividades al aire libre pueden tener un impacto significativo en nuestra salud auditiva y si no son detectados a tiempo, en muchos casos podrían derivar en otros problemas.
El verano es sinónimo de calor y vacaciones. Sin embargo, no significa que estemos libres de malestares como resfríos y gripe. De hecho, la otitis es una de las principales causas de consulta médica durante el verano debido a los cambios de temperatura que afectan tanto a grandes como a chicos.
La otitis se produce por una acumulación de fluido detrás del tímpano, lo que provoca una inflamación del oído medio que puede afectar a uno o a los dos oídos al mismo tiempo. Durante la infección, en algunas personas puede haber una disminución auditiva importante.
En ese contexto, Andrea Lizama, fonoaudióloga de GAES Chile, una marca Amplifon, especializada en soluciones para la salud auditiva, hace especial hincapié en la importancia de la detección temprana y el cuidado de nuestros oídos durante los cambios de temperatura del verano.
La contaminación acústica es la presencia de ruido o vibraciones en el ambiente que tienen un efecto negativo tanto en la salud de las personas como en la naturaleza y el medio ambiente. “Según la OMS, los niveles de ruido en áreas residenciales no deberían de exceder los 55 decibeles (dB) durante el día y los 40 dB durante la noche. Además, la exposición constante a ruidos superiores a 85 dB puede resultar muy peligrosa para nuestra salud auditiva”, asegura Luciano García, fonoaudiólogo GAES Chile.
El ruido de los autos, el metro, los centros comerciales y de los dispositivos electrónicos se han ido adueñando de la ciudad, influyendo en el comportamiento y en el bienestar de las personas. Incluso, se ha asociado con múltiples problemas de salud; por ejemplo, con la pérdida de audición.
Es por esto que los sonidos de ambientes naturales aportan interesantes beneficios para la salud, de acuerdo a los especialistas. “Se han observado que ayudan a reducir el estrés, a controlar las emociones y a mejorar el ánimo en general. Pueden disminuir la incidencia de enfermedades y otras condiciones”, agrega García.
La temporada estival ofrece oportunidades únicas para experimentar los sonidos de la naturaleza y desconectarse de la urbe, sobre todo para las personas que viven con algún grado de pérdida auditiva y se ven aún más afectadas por la contaminación acústica. Por ello, es importante conocer cuáles son los beneficios de los sonidos de la naturaleza para cuidar de nuestra salud: