Conoce los distintos tipos y características
Los aparatos auditivos pueden ser, en muchos casos, la mejor solución para la pérdida auditiva que sufren algunos niños y niñas. El constante avance de estos dispositivos ha mejorado sus prestaciones y adaptabilidad a las necesidades y día a día de los más pequeños. En esta publicación, te explicamos en qué casos un aparato auditivo puede ser la mejor opción, así como los diferentes tipos existentes.
Siempre debe ser un especialista quien oriente si el aparato auditivo es la mejor solución para un niño o niña afectados por una pérdida auditiva. También, será el experto en audición quien asesorará sobre el mejor modelo, a la vez que será el responsable de su ajuste. Hay aspectos importentes que se deberán de tener en cuenta en el proceso de elección de los aparatos auditivos:
Aunque será, como señalábamos, un especialista quien determine el mejor aparato auditivo para cada niño o niña, sí que es cierto que los más recomendados son los que se colocan detrás de la oreja, llamados retroauriculares. El motivo es que debido al crecimiento continuo del oído del niño, este es el modelo que garantiza mejor sujeción.
En el caso de niños de más edad, el componente estético es importante. Y, por este motivo, se suelen recomendar aparatos auditivos con auricular externo. El micrófono permanece en la carcasa, pero el auricular se coloca en el canal auditivo. De esta manera, se consigue que el audífonos sea más pequeño y estético.
Recuerde preferir dispositivos de alta resistencia a posibles golpes, que cuenten con botones de fácil manejo pero con opciones de seguridad. Si está buscando alternativas, le recomendamos seguir la recomendación de su médico especialista, ya que no todos los centro o marcas podrían ser afín a las necesidades de audiología infantil que busca.
Hay muchos casos en los que los especialistas recomiendan el uso de un aparato auditivo en cada oreja. Así, se logra la denominada audición binaural. Gracias a ella podemos escuchar los sonidos con precisión en situaciones ruidosas y favorecer la comprensión de las palabras. En ocasiones, se prescribe también para niños y niñas que solo tienen pérdida auditiva en un oído. El motivo es que ampliar el sonido con un solo aparato auditivo puede poner en desventaja al pequeño al dificultar el entendimiento del habla o la detección de los ruidos debido al esfuerzo que tiene que hacer.
De hecho, diferentes estudios demuestran que, aunque la pérdida auditiva sea mayor en un oído que en otro, las personas que utilizan dos aparatos auditivos obtienen mejores resultados.